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Conservación de los alimentos
congelados
Para utilizar de la mejor manera el congelador,
además de cuanto ya dicho para la congelación, es
necesario:
■
asegurarse de que los alimentos congelados
hayan sido bien conservados par el minorista;
■
que el transporte desde la compra a la
colocación en el congelador, sea breve;
■
no superar el periodo de conservación indicado
por el productor en los alimentos;
■
tras un período de inactividad, introducir los
alimentos en el congelador, después de haberlo
dejado funcionando almenos dos horas en la
posición de congelación rápida (SUPER); luego
volverlo a colocar en la posición de
funcionamiento normal;
■
no abrir demasiado frecuentemente la puerta ni
dejarla abierta más de lo necesario;
■
no tomar los cubitos recién sacados: pueden
provocar quemaduras por frío;
Atención
En caso de falta de corriente, no abrir la
puerta. Si el congelador está
completamente lleno y la falta de corriente
es breve, los alimentos congelados no
padecerán algún daño; diversamente es
aconsejable consumirlos a la mayor
brevedad.
Descongelación
Antes de utilizar los alimentos congelados, se
pueden descongelar en el refrigerador o a
temperatura ambiente, depende del tiempo
disponible para la operación.
Las porciones pequeñas se pueden cocinar
directamente recién sacadas del congelador, pero
en este caso el tiempo de cocción será más
prolongado.
rápida al menos 24 horas antes de introducir en él
los alimentos. Una vez metidos Los alimentos en el
compartimiento, la congelación se puede considerar
completada después de 24 horas. Después de este
periodo es necesario restablecer el funcionamiento
de «conservación». Los alimentos por congelar se
colocan en el compartimiento superior. La capacidad
de congelación se indica en la matrícula en el
interior del compartimiento, abajo a la izquierda (...
kg/24 horas).
Damos algunos consejos importantes necesarios
para obtener Las máximas ventajas del proceso de
congelación:
■
congelar sólo alimentos de óptima calidad,
frescos y bien limpios; dividir todo en porciones
pequeñas, a fin de favorecer la rapidez de la
congelación y consentir sólo la descongelación
de la cantidad deseada. Una vez descongelados,
los alimentos se estropean en breve tiempo, y no
se puede volver a congelarlos.
■
Recordar que los alimentos magros se conservan
mejor y más tiempo que los grasos y que la sal
reduce el tiempo de conservación;
■
envolver los alimentos en papel de aluminio o en
polietileno, que debe quedar muy bien adherido a
ellos y bien cerrados. De esta manera, evitando
el contacto con el aire, el color, sabor y valor
nutritivo, quedan inalterados.
■
no congelar de una sola vez alimentos en
cantidad superior a la indicada en la etiqueta
matricula del aparato;
■
durante la congelación no añadir nuevos
alimentos par congelar y no abrir la puerta del
congelador;
■
nunca colocar los productos por congelar a
contacto con los ya congelados; ello evitará un
aumento de la temperatura de los productos
congelados;
■
no introducir en el congelador bebidas gaseosas,
ya que pueden explotar; nunca introducir líquidos
o alimentos calientes y no llenar hasta el borde
los recipientes con tapa. Es aconsejable indicar
en cada confección o en las adecuadas fichas
colocadas en la parte frontal de los cestos, la
fecha de congelación para poder controlar el
tiempo de conservación.
En caso de descongelación por causas
accidentales, por ejemplo si faltara la
corriente, será necesario consumir las
comidas en breve tiempo o guisarlas y
volverlas a congelar. Si la interrupción es
breve (de 6 a 8 horas) y el congelador está
lleno, los alimentos no sufrirán alteración
alguna.
En la contrapuerta del congelador, en un
alojamiento adecuado, se encuentra una ficha de
alimentos. En la parte superior hay dibuyos de
animales seguidos per una cifra que indica el
periodo máximo de conservación de cada
alimento.
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